Hoy vivo decepcionado, y no hay novedad. Poseo un hambre ahíta de ganas que no me está tranquila. Y no quiero estructuras, ni relatos, no-historias escondidas en profundas narraciones. Hoy necesito nada más que único verso, rebosante de tranquilidad y silencio; un cerrar de ojos breve. Necesito decir adiós a los viejos poetas, a las viejas procesiones de palabras, para ser por siempre el nuevo hombre: el nuevo ser del reflejo escaso de las cosas.
martes, noviembre 07, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Pobre niño.
adelante!
Es un texto que presenta algunas rarezas de sintaxis poco vistas...
Publicar un comentario