jueves, marzo 29, 2007

III Divagaciones

¡Ay caramba! La vida del hombre es estudio. La cultura es aprender. La vida es músculo; la cultura, máquina de ejercicios. En cada neurona se ausenta la fátiga, no habita el descanzo, no hay nacido pa` perezoso. ¿Cómo resisto la vida? Hay preguntas. ¿Cómo aguanto las químicas, las eléctricas del cuerpo? Si Algo sostiene la carne, ha de ser la perseverancia del ser, la perpetuidad del ser, esas ganas de las cosas de jamás dejar de existir. Esa sustancia ontológica, gracias a quién sea, que no se aprende y que no es posible estudiar. Las palabras, ni con su más grande esfuerzo, llegan a ese lugar Algo.

lunes, marzo 19, 2007

Trapo

El espacio que abarca mi mente es reducido; mi llanura de palabras, demasiado corta; y se me agota la voluntad. Pero el mundo exige, quiere movimientos y mis propias traiciones, como si de verdad fuera un ser de mecánica volición. A veces es la inercia, que persiste como el árbol; y me parece tan clara, diferenciada y tan real.

El agobio y la pereza tienen batalla. Entre ellos zarpazos vienen y van, zarpazos que retornan con el trozo del otro. Sin duda la ventaja es de uno, pero ambos agotan mi sinapsis. A veces, el surrealismo, como única planta afable a mi maceta. Pero ah, vieja corola, decepción, raros colores y pliegues que agotan.
Hastío!

martes, marzo 13, 2007

II Divagaciones

Ha estado la vida mía paseando por las playas más remotas: paseando por las playas de hielo, enclavadas en medio de continentes de completo glaciares. Sin embargo y contrario a la opinión del vulgo, en esto lugares milenariamente fríos, también hay lugar apara el amor y para el verano de la pasión. Lo saben bien los osos polares copulando sobre un tímpano; lo saben bien esas gallinas de frac que llamamos pingüinos, también copulando sobre un tímpano. ¡Es el amor, sin duda! ¡El amor y su flor parida sobre los hielos más inhóspitos!