lunes, septiembre 11, 2006

Lectura

No es posible entender la ceguera
Así como no se oye la hoja en blanco.

Ser un cojo de los buenos, cómo
Si no hemos perdido nuestra mano.

A llorar entonces las alpargatas del santo
Como una nube llora al mundo.
A perder el agua por lo ojos y no beber la luz del aire.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El verso ocurre como un rio. ¿Me pregunto si será la suficientemente absurdo como belleza?

Anónimo dijo...

absurdo mojado

Mikaelina dijo...

La primera estrofa, perfecta!!
Te sigo leyendo, un saludo.