martes, octubre 10, 2006

Inflexiones

Todo es independiente.
Una de mis piernas excluye a la otra y debo preferir
entre uno de mis ojos.
Mis movimientos logran parecer una frase bien ligada a veces,
pero yo, desde adentro, siempre noto mi falta de kinésica sintaxis.

Soy duro.

Cada uno de mis miembros: incomunicada especialidad
y una rigidez. El todo, mi todo, en su esencia,
resulta perfecta orgánica, pero llena de tiesumbre.

Por mi cuerpo la pesada causa conduce
a su inconexo efecto por rutas
más que conocidas, más que predecibles.
Y a veces creo que hay tantas soledades
en mis articulaciones, que ya no viven jugos en mis coyunturas.

¡Pero hay esperanza hijos!

La esperanza que ya comienzo a aceptarme.
La esperanza que ya me resigno a vivir.

3 comentarios:

Trisha dijo...

resignarse a vivir la esperanza? No lo habia pensando como tal, suena bien.

Tinin¥ dijo...

no se me ocurre mucho qué decir, sorry :( pero comento para que sepas que lo leí y no hoy, hace días ya jajaja
Ya
saludos

Alejandro Ezra dijo...

Sí, es un poema bien tonto.