jueves, mayo 03, 2007

Rostro

Mi calidad de hombre astroso ayuda, por qué no, a la manutención de mi preciada libertad, de mis lejanías pensadas. Algunas minucias de acné son verdaderos blasones de la sucia distancia, del horror que nos hace mantener distancia: ¡Grasas de mi corazón y del alma! Fui joven y traje los forúnculos de mi juventud conmigo hasta la vejez. Mal poro, mala piel, ardor de rechazo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

wuacala
jaja
aunque sea poesía
chau

Anónimo dijo...

Vales hongo.

Anónimo dijo...

no serás tú con escribir eso...

FÉLIX LOBOS dijo...

Más allá de lo físico, da la impresión de que, como dice "¡Grasas de mi corazón y del alma!", se trata de una especie de rechazo o "extrañamiento", una cuestión de carácter...

Salud... llego aquí por el blog de Miguel Alejo...

Tinin¥ dijo...

Querido amigo, hace tiempo que tienes esto sin cambiar, y asi me reclamas a mi?? mmm
yo que tú comienzo a cambiar de escrito